Desde que el hombre comenzó a pensar, a tomar conciencia de sí mismo y del mundo, el problema del tiempo lo preocupó. Muchos plantearon ese problema, pero nadie lo resolvió. El primer aforismo de Hipócrates aparece en latín en la forma clásica de Ars larga vita, breves Camones, repite en este verso: “Para tan corta vida, tan largo arte!”
El simposio espirita semanal de Uberaba habría también de enfrentar ese problema, más ahora disponiendo de la solución espirita.
El Eclesiastés afirma que Dios hizo el tiempo para todo. En la Génesis de Allan Kardec, tenemos una definición que nos muestra su relatividad. Esta concepción de la relatividad del tiempo se acentúa en la doctrina de las vidas sucesivas, de las existencias palingenésicas que son solidarias entre sí. Para cada existencia, un determinado tiempo – el tiempo necesario para la ejecución de las tareas que el espíritu trae como de su incumbencia en la reencarnación.
Así, el aforismo Ars larga, vida breve corresponde apenas a una visión limitada de las cosas. Dios nos concede tiempo para todo, más no en los exiguos limites de una encarnación. Camo se vio la extensión infinita del arte, en que podría crear sin cesar, más se angustiaba con el tiempo exiguo de que disponía. No obstante, más allá de los limites de las existencias, el podría disponer del ilimitado de la vida que se amplía en la duración de la inmortalidad. Así como el día es corto para la ejecución de un trabajo, más podemos prolongarlo con el día siguiente, así acontece en la sucesión de las encarnaciones.
Las filosofías de la existencia nos reclaman atención para el aquí y el ahora, más el existencialismo espirita valorizando esas categorías en el momento que pasa, no se olvida de que ya dispusimos del entonces y dispondremos del mañana. Anteriormente, en el entonces, acondicionamos el aquí y el ahora a la ejecución de determinadas tareas y Dios concede hoy el tiempo para eso. Si aprovechamos bien el tiempo concedido, no nos parecerá insuficiente. Si lo desaprovechamos, condicionaremos el mañana a nuevas angustias de tiempo.
Es así que podemos entender los versos finales de Luciano de los Reyes: “Dios da el mismo tiempo a todos/ no menosprecia a nadie. “Reclamamos del tiempo lo que deberíamos reclamar de nosotros mismos, pues lo que nos falta en este momento corresponde exactamente a lo que desperdiciamos aun hace poco. Si aprovechamos con inteligencia y cuidado cada minuto que pasa, veremos que Dios nos concedió tiempo para todo lo que tenemos que hacer realmente en esta vida.
J. Herculano Pires (Hermano Saulo)
Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970
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"Llegará un día en que matar a un animal sea un crimen igualmente punible que matar un ser humano. Ese día la civilización habrá avanzado." - Leonardo da Vinci -
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La vida es la armonía de los movimientos, resultante de los cambios incesantes en el seno de la naturaleza visible e invisible. Su manutención depende de la actividad de todos los mundos y de todos los seres.
Cada individualidad, en la prueba, como en la redención, como en la gloria divina, tiene una función definida de trabajo y elevación de sus propios valores. Los que aprendieron los bienes de la vida y cuantos los enseñan con amor, multiplican en la Tierra y en los Cielos los dones infinitos de Dios.
La civilización y el progreso como la propia vida, dependen de los intercambios incesantes. El Universo en su constitución maravillosa, no creo ni sanciona leyes de aislamiento en la comunidad eterna de los mundos y de los seres. La existencia es una larga escalera, en la cual todas las almas deben darse las manos, en la subida para el conocimiento y para Dios.
El trabajo es una ley natural por lo mismo que es una necesidad, y la civilización obliga al hombre a mayor trabajo, porque aumenta sus necesidades y sus goces.
Las ocupaciones materiales no solo son trabajo, el espíritu trabaja como el cuerpo. Toda ocupación útil es trabajo.
El trabajo es impuesto al hombre porque es consecuencia de su naturaleza corporal; una expiación y al mismo tiempo un medio de perfeccionar su inteligencia; sin el trabajo, el hombre no saldría de la infancia de la inteligencia y por esto solo a su trabajo y actividad debe su subsistencia, su seguridad y bienestar. Al que es débil de cuerpo Dios le da, en cambio, la inteligencia, pero siempre es trabajo.
Todo trabaja en la Naturaleza, los animales trabajan como nosotros, pero su trabajo, como su inteligencia, esta limitado a las atenciones de su conservación y he aquí porque no es progreso para ellos, al paso que en el hombre tiene un doble objeto: la conservación del cuerpo y el desarrollo del pensamiento que también es una necesidad, y que le eleva por encima de si mismo.
Cuando decimos que el trabajo de los animales esta limitado a las atenciones de su conservación, se entiende que se habla del objeto a que se proponen al trabajar, pero a su pesar, y al mismo tiempo que proveen sus necesidades materiales, son agentes que secundan las miras del Creador, y su trabajo no deja de concurrir al objeto final de la Naturaleza, aunque, con mucha frecuencia, no descubra el hombre el resultado inmediato.
La Naturaleza del trabajo es relativa a las necesidades, y cuanto menos materiales son estas, menos lo es también aquel. No creamos, sin embargo, que el hombre permanece inactivo e inútil, la ociosidad seria un suplicio en vez de un beneficio.
El hombre rico, que posee bienes suficientes para asegurarse la existencia no esta libre de la ley de trabajo, del trabajo material quizás; pero no de la obligación de hacerse útil según sus medios, de perfeccionar su inteligencia o la de otros, lo que también es trabajo. Si el hombre a quien Dios ha confiado bienes suficientes para asegurarse la existencia, no esta obligado a mantenerse con el sudor de su frente, la obligación de ser útil a sus semejantes es tanto mayor para el en cuanto la parte que anticipadamente le ha sido asignada, le concede may desahogo para hacer el bien.
Para reparar las fuerzas del cuerpo es necesario el descanso con el dejamos un poco de libertad a la inteligencia con el fin de que se levante por encima de la materia.
El limite del trabajo es el limite de las fuerzas. Por lo demás Dios deja al hombre en libertad.
El imponer a los inferiores un trabajo excesivo es una de las acciones mas malas. Todo hombre que tiene mando res responsable del exceso de trabajo que impone a sus inferiores porque viola la ley de Dios.
En la vejez el hombre tiene derecho al descanso, pues solo esta obligado según las fuerzas.
Si el anciano no tiene recursos y no puede trabajar, su familia y a falta de esta la sociedad ha de hacer sus veces. Esta es la ley de caridad.
No basta decir al hombre que ha de trabajar, sino que también es preciso que el que cifra la existencia en su trabajo encuentre ocupación, lo cual no sucede siempre. Cuando la suspensión del trabajo se generaliza toma las proporciones de una calamidad como la miseria. La ciencia económica busca el remedio en el equilibrio de la producción y el consumo; pero este equilibrio, aun suponiendo que sea posible, tendría siempre intermitencias, durante cuyos intervalos no deja de tener necesidades de vivir el obrero. Hay un elemento, con el cual no se ha contado bastante y sin el, la ciencia económica no pasa de ser una teoría. Este elemento es la educación, no la intelectual, sino la moral, y tampoco la educación moral que enseñan los libros, sino la que consiste en el arte de formar el carácter, la educación que da hábitos; porque la educación es el conjunto de hábitos adquiridos.
Cuando se piensa en la masa de individuos lanzados diariamente al torrente de la población, sin freno y sin principios y entregados a sus propios instintos, ¡ hay que admirarse de sus desastrosas consecuencias¡. Cuando se conozca, comprenda y practique aquel arte, el hombre llevara a la sociedad hábitos de orden y de previsión para si y los suyos, de respeto hacia lo respetable, hábitos que le permitirán pasar menos penosamente los malos días inevitables. El desorden y la improvisión son dos canceres que solo una educación bien entendida puede curar; este es el punto de partida, el elemento real del bienestar, la prenda de seguridad para todos.
El trabajo es una ley para las humanidades planetarias como para las sociedades del Espacio. Desde el ser mas rudimentario hasta los Espíritus angélicos que velan por los destinos de los mundos, todos toman parte en el gran concierto universal.
Es penoso y grosero para los seres inferiores, el trabajo se suaviza a medida que la vida se refina. Se convierte, en un venero de goces para el Espíritu adelantado, que se hace insensible a las atracciones materiales, exclusivamente ocupado en los estudios mas elevados.
Con el trabajo, el hombre domina a las fuerzas ciegas de la Naturaleza y se pone a salvo de la miseria; por el trabajo es por lo que se fundan las civilizaciones y por lo que se extienden el bienestar y la ciencia.
El trabajo es el honor y la dignidad del ser humano. El ocioso que, sin producir nada, se aprovecha de la labor de los demás, no es mas que un parásito. Mientras el hombre se haya ocupada en su tarea se acallan sus pasiones. La ociosidad, por el contrario, las desencadena y les abre vasto campo de acción. El trabajo constituye también un gran consuelo, un derivativo saludable de nuestras preocupaciones y nuestras tristezas; calma las angustias de nuestro Espíritu y fecundiza lustra inteligencia. No existe un dolor moral, no existen decepciones ni reveses que no encuentren en el un apaciguamiento; no hay vicisitudes que resistan a su acción prolongada.
El que trabaja tiene asegurado un refugio para su sufrimiento y un verdadero amigo en la atribulación, no puede aceptar la vida con disgusto. En cambio, cuan digna de lastima es la situación de aquel a quien los achaques condenan a la inmovilidad y a la inacción; si este hombre ha sentido la grandeza y la santidad del trabajo, si por encima de su interés propio ve el interés general y el bien de todos y quiere contribuir a él, sufre uno de los padecimientos mas crueles que se han reservado para el ser viviente
Tal es también la situación en el Espacio del Espíritu que falto a sus deberes y disipo la vida. Comprendiendo demasiado tarde la nobleza del trabajo y la villanía de la ociosidad, sufre al no poder realizar lo que su alma concibe y desea.
El trabajo es la comunión de los seres. Por el nos aproximamos los unos a los otros, aprendemos a ayudarnos y a unirnos; de esto a la fraternidad no hay mas que un paso.
La antigüedad romana deshonro el trabajo haciendo de el la condición propia del esclavo. Esto explica su esterilidad moral, su corrupción y sus secas y frías doctrinas. Los tiempos actuales tienen otra concepción completamente distinta de la vida. Buscan plenitud en una labor fecunda y regeneradora.
La filosofía de los Espíritus amplifica más aun esta concepción, indicándonos en la ley de trabajo el principio de todos los progresos y de todas las elevaciones, y demostrándonos que la acción de esta ley se extiende a la universalidad de los seres y de los mundos. Por eso estamos autorizados a decir: Despertad ¡ OH, vosotros, todos los que dejáis adormecidas vuestras facultades, vuestras fuerzas latentes! ¡Manos a la obra! ¡Trabajad, fecundad la tierra; haced resonar en las fabricas el ruido del vapor!. Agitaos en la colmena inmensa. Vuestra tarea es grande y santa. Nuestro trabajo es la vida, es la gloria y es la paz de la humanidad.
Obreros del pensamiento, escrutad los grandes problemas, propagad la ciencia, distribuid entre las multitudes los escritos y las palabras que reconfortan y fortifican.¡Que de un confín del mundo al otro unidos en la obra gigantesca, cada uno de nosotros emita su esfuerzo, con el fin de contribuir a enriquecer el dominio material, intelectual y moral de la humanidad!.
La glorificación del trabajo es un servicio que ha venido cumpliendo el Evangelio.
Con anterioridad a la influencia del Maestro, la tierra era un vasto latifundio poblado por amos y esclavos. El servicio era considerado deshonra.
Dominadas por el principio de la fuerza, las naciones conservaban enorme semejanza con los agrupamientos de la comunidad primitiva. La notoriedad social provenía de la caza. Los tronos se erguían, casi siempre, sobre oscuros cimientos de pillaje.
Los favores de la vida pertenecían a los más astutos y a los más poderosos. Cualquier revés económico redundaba en cautiverio compulsivo.
El trabajo era sinónimo de envilecimiento.
Los espíritus más nobles, la mayoría de las veces, permanecían en absoluta dependencia, sudando y gimiendo para sostener el carro purpúreo de los opresores. En todas las ciudades pululaban los esclavos de todos los matices, y tan solo a ellos se les confería el deber de servir como severo castigo.
La Roma imperial estaba repleta de cautivos tomados a Egipto, a Grecia, a la Galilea y al Ponto. Tan solo en la revolución de Espartaco, en el año 71 antes de la era cristiana, fueron condenados a muerte en la Vía Apia, 30.000 esclavos cuya única falta era la de aspirar al trabajo digno en libertad edificante.
Con Jesús, sin embargo, surge una nueva época para el mundo. El ministerio del Señor es, sobre todo, de acción y movimiento. Se levanta el Maestro al Alba y se devoción al bien de los semejantes hasta muy entrada la noche.
Medico _ no descansa en el auxilio efectivo a los enfermos.
Profesor _no se fatiga con la repetición de las lecciones.
Bienhechor _ esparce sin cesar las bendiciones del amor infinito.
Sabio _ coloca a la ciencia del bien al alcance de todos.
Abogado _ defiende los intereses de los débiles y de los humildes.
Trabajador Divino _ sirve a todos sin reclamos y sin esperar recompensa.
El ejemplo de Cristo es sublime contagioso. Cada compañero de apostolado se aparta luego de la comodidad, para ayudar en su nombre y abrir horizontes más amplios a la comprensión de la vida, en regiones distantes de la cuna que los viera nacer.
Mas tarde en Roma, el deseo de ayuda mutua entre los cristianos, alcanza realizaciones inconcebibles en el capitulo del trabajo.
Personas convertidas al Evangelio se consagran por entero al servicio, con el objeto de amparar a los compañeros necesitados.
Los aprendices de la Buena Nueva se esparcen en las actividades de la industria y la agricultura, de las artes y las ciencias, de la instrucción y el comercio, dela asistencia y la limpieza publica, disputando medios para el auxilio a los socios del ideal, en la servidumbre o en la indigencia, en el sufrimiento o en las prisiones.
Hay quien ayuna durante dos o tres días seguidos, a fin de economizar dinero para los servicios de asistencia al prójimo, bajo la dirección de un pastor. El trabajo pasa entonces a ser interpretado como bendición Divina.
Paulo de Tarso, cuando se traslada de la dignidad del sanedrín a la ruda labor del telar y confecciona tapices para no ser carga de nadie, a fin de garantizar de esa manera su libertad de palabra y acción, es el símbolo del cristiano que educa y realiza, a la vez que demuestra que a la pureza de la enseñanza debe aliarse la gloria del ejemplo.
Y honrado hasta hoy, en el trabajo digno a su principal norma de acción, el Cristianismo es la fuerza libertadora de la Humanidad, en todos los rincones del mundo.
Muchos negadores de la sobre vivencia del Espíritu, interrogan, acerca de cuestiones que desearían ver solucionadas sin la contribución del esfuerzo, personal, que pertenece a la criatura humana.
Preguntan con inteligencia ¿por qué razón no se materializan los Espíritus, que todo lo pueden, a fin de demostrar sin sombra de duda la inmortalidad?.
¿Por qué los Muertos, que pueden penetrar en el futuro, no traen las formulas eficaces para acabar con las enfermedades, reduciendo así los dolores que sufren los hombres?.
¿Por qué los orientadores de la humanidad, no nos esclarecen sobre la patogénesis de las neoplasias malignas, modificando los panoramas de la salud, en el planeta terrestre?.
¿Por qué los Benefactores de la criatura humana, ya desencarnados, no presentan hábiles soluciones para los graves problemas de la alineación mental?.
¿Por qué los Guías del destino humano, no nos proporcionan, los métodos para combatir la súper población, impidiendo que se corporifiquen nuevas criaturas, mediante lo cual evitarían las colectivas calamidades sociales, económicas y morales, que azotan a decenas de millones de hambrienta y enfermos?.
¿Por qué los Instructores Espirituales no actúan directamente sobre los jefes de Estado, impeliendo que los mismos accionen las armas de guerra, con las cuales dominan naciones y victiman a un incalculable numero de criaturas?.
Son interrogantes, que se caracterizan por el comodísimo mental, en un proceso de transferencia de responsabilidad y acción, se multiplican en innumerables ítem.
No obstante, las respuestas se encuentran en el cuerpo de la Doctrina que se empeñan en ignorar y que no se permiten conocer por medio del estudio ni de la meditación.
El Espiritismo enseña, a trabes de su lógica de bronce, que la muerte no modifica intrínsicamente a nadie.
Morir, como reencarnar, significa salir del cuerpo o entrar en el sin alteración real de los valores morales ni del comportamiento personal.
Asimismo, aclara que no existen formulas mágicas para lograr soluciones de ocasión, lejos del esfuerzo de cada cual y sin la activa contribución de cada uno.
Lo que la Doctrina Espirita pretende es la transformación interior del ser, allí donde se encuentre, prosperando así en beneficio propio y en el de su prójimo, al servicio de la vida.
Lo que a los hombres corresponde realizar no puede transferirse a los Amigos Espirituales.
Si los Educadores realizan las tareas de sus discípulos, no harían mas que promover en ellos la inutilidad, la ignorancia, la pereza...
Debido a sus conquistas y conforme las necesidades que les son compatibles, periódicamente permite la Divinidad que se corporifiquen, como misioneros de la evolución y del progreso humano Einstein, un Gandhi, un Pasteur, un Flemming, un Francisco de Asis y otros, enseñando la belleza y convocando a la lucha sin cuartel del trabajo y de la renovación personal.
La verdad cambia mucho entre los hombres, a semejanza de una luz filtrada por vidrios de diferentes tonalidades, y tampoco todos pueden afrontar esa verdad mientras viven.
Si millones de criaturas, estando aun en la carne, se toparan frente a frente con la verdad simple y cruda, de la vida mas allá de la tumba, sin diálogos directos con los inmortales corporificados entre ellos, enloquecerían de pavor, arrojándose en suicidios infelices, en desdichados y espectaculares intentos de fuga de la realidad...
Si los Espíritus aportasen rápidas respuestas para los problemas que tiene la función de fomentar el progreso, la parálisis inutilizaría brazos y mentes, que llegarían a atrofiarse, perdida la finalidad que tienen destinada en el mecanismo de la evolución.
Los hombres disfrutan conforme sus merecimientos, reciben de acuerdo con lo que realizan y cosechan la sementera dejada en el pasado.
En su inevitable proceso de desarrollo, el Espíritu es, en el cuerpo, o fuera de el, el autor de su destino.
Los desencarnados no son poseedores de toda la sabiduría. Si eso fuera posible, como consecuencia del puro y simple fenómeno de la muerte ellos se volverían dioses, tal como lo sostiene las concepciones de la ortodoxia mitológica del pasado.
Jesús es el Señor que a todos nos estimula, invitándonos a las conquistas superiores, portador, El si, del conocimiento pleno.
Revelándonos al Padre, en ningún momento tuvo el deseo de igualarlo, en cambio, nos enseño a adorarlo en condición de Entidad máxima, y a El, nuestro Maestro y Benefactor, a seguir imitándolo en todos los caminos , para adquirir la paz.
Honrando al trabajo, como ley que fomenta la evolución afirmo También “El Padre hasta hoy trabaja”, legándonos la honra del Servicio intransferible como un apoyo resistente para la victoria sobre las dificultades personales y para la liberación de todas las circunstancias afligentes y dolorosas, por nosotros mismos engendradas.
¡AMAD EL TRABAJO Y ENGRANDECERLO!
Es por el que la civilización se levanta, que la educación se realiza y que nuestra felicidad se perpetúa. En la Patria de las Almas llora amargamente el espíritu que desprecio su riqueza oculta, por haberse olvidado que solamente por medio del trabajo podemos desarrollar nuestras posibilidades de crecimiento hacia la inmortalidad.
Jesús decía: ¡ Aquel que quiera venir en pos de Mi, que tome su cruz y me siga !.
Con estas palabras invitaba a los hombres a trabajar llevando sus aflicciones hasta el fin con resignación y paciencia. Nunca debemos estar de brazos cruzados, una labor de la que nos podemos sentir orgullosos es la de nuestra reforma intima, porque ella ara que la lucha exterior sea fructífera, beneficiando nuestro entorno , facilitando la labor de todos los que nos rodean, sin crear impedimentos seremos allanadores del camino de la redención, muchas veces sin nosotros querer y sin apenas darnos cuenta ofrecemos obstáculos e impedimentos a labores que beneficiarían la paz del mundo y que los holgazanes y los refractarios del bien entorpecen.
Merchita- En base a obrasde la Codificación. de Divaldo y de Chico Xavier.
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El cristiano es como el roquedo que ni los vientos alisios ni los tornados derriban; se muestra invulnerable a la lisonja y a la calumnia. El cristiano se doma para hacerse vencedor....de sí mismo. Para quien se venció, nadie ni persona alguna le transforma la victoria en derrota. Venciéndose se liberó de las flechas de la indolencia y de las garras de la enfermedad, lavándose de toda suciedad. - ( Aportación de Eugenia Somenzini)
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Al final del invierno, cierto día, cuando las flores de la primavera comenzaban su sublime trabajo de recubrir los campos resecados por el rigor del invierno, aquella alma generosa dejaba el cuerpo físico.
La despedida fue dolorosa. Las manos calientes de los que quedaron, deseaban retener aquel cuerpo inerte, sin vida, sin movimiento.
Inconformes preguntaban: ¿por qué precisamente él, que era tan gentil y cariñoso con todos?
¿Por qué precisamente él, que sabía hablar y callar, consolar y distribuir entusiasmo, tuvo que volver?
¿Por qué él, que era un buen hijo, buen hermano, buen esposo y buen padre?
¿Por qué se lo llevó Dios?
¿Por qué no se llevó a los criminales, a los corruptos inveterados, a los infieles?, en fin, ¿ por que no se llevó a los hombres que degradan la sociedad?.
La respuesta para todos esos cuestionamientos es muy simple.
Consideramos que la vida en la Tierra es una oportunidad de crecimiento para el espíritu inmortal.
La existencia en el cuerpo físico, es una experiencia necesaria para que el espíritu progrese en la conquista de su felicidad.
Sería, por así decir, un tipo de prisión, donde se pueden quitar sus deudas para con las leyes divinas y conquistar nuevas virtudes.
Siendo así, quien tiene pocos débitos se libera antes. Quien tiene menos compromisos, se libera de ellos en menor tiempo.
¿De esa forma, por qué queremos que nuestro ser querido permanezca en la cárcel si ya recibió el edicto de su liberación?
No sería justo, ni desde el punto de vista ético, ni desde el racional.
No queremos decir con esto, que todos los que se liberan antes son menos deudores, pues esa no es la realidad.
Como sabemos, muchos parten antes de tiempo por imprevisión o por los abusos de todo orden.
Lo que nos gustaría enfatizar es que aquellos que parten naturalmente, por los medios establecidos por la divinidad, sin la intervención egoísta del hombre, pueden estar recibiendo su carta de emancipación, y por esa razón alzan el vuelo antes que nosotros.
Morir, para el justo, es liberarse. Es matar el pesar de los afectos que lo antecedieron en el viaje de vuelta. Es recibir las glorias de la victoria por haber vencido más de una etapa en el mundo físico.
Y morir para el injusto, es enfrentarse con el tribunal de la propia conciencia, que lo acusan de no haber sido lo bastante tenaz para vencerse a si mismo, y por no haber logrado conquistar más virtudes.
Es por esa razón que no debemos lamentar la muerte de los justos, sino la de aquellos que desperdician la existencia buscando el gozo exclusivo del cuerpo, sin pensar en el espíritu, que es el único que sobrevive más allá de la aduana del túmulo.
Autor desconocido
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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LA PACIENCIA Nada te turbe Nada te espante Dios no se muda Todo se pasa Lapaciencia todo lo alcanza Quien a Dios tiene Nada le falta Solo Dios basta Santa Teresa de Jesus
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Según las enciclopedias, el PRODIGIO, del latín prodigium, es un suceso extraño que excede los límites regulares de la naturaleza. Cosa especial, rara o primorosa en su línea. Milagro. Y, VIDA, del latín vita, fuerza o actividad interna substancial, mediante la cual obra el ser que la posee. En este caso se dice también: VIDA MANIFIESTA. Unión del alma y del cuerpo. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte. Duración de las cosas.
Para la Doctrina Espirita, hay VIDA MATERIAL y VIDA ESPIRITUAL, concepto este último sostenido por todas las religiones, sólo probado por el Espiritismo, según se desprende de su faz científica. Y justamente, basándonos en la ciencia oficial, vamos a hacer un recorrido por ese prodigio que es la VIDA y comprender su valor, en toda la magnitud, considerando que, no siempre le damos la importancia que ella tiene, propia o ajena, como recurso de la evolución del Espíritu inmortal.
Cuando el eminente Dr. L. HAMM, en 1677 descubrió el milagro de la fecundación, a través de una célula que sería descrita posteriormente por LEEUWNHOECK, localizó su atención en la minúscula célula que, fecundada, tiene la rara propiedad de reproducirse, por si misma, en 26 mil millones de células diversas, en el vivíparo humano, construyendo, de ese modo, todos los órganos y formas que constituyen el hombre.
El gameto fecundante, factor estimulante de tal prodigio, mide aproximadamente 52 a 62 micrones de largo; conviene recordar que el micrón representa la milésima parte del milímetro. Tal célula está constituida de agua, en un 90% y un 10% da materia sólida, de donde surge toda la organización física y fisiológica con el complejo bagaje de la vida para el ser humano. En ese sentido, un ligero examen de los glóbulos rojos nos hace encontrar en cada milímetro cúbico aproximadamente 5.500.000 en el hombre y 4.800.000 en la mujer. Para que tengamos una idea de tal volumen, sí nos fuese dado colocarlos en fila, ellos alcanzarían una extensión de 167.000 kilómetros. De esta manera, la sangre de un solo hombre conseguiría dar 5 vueltas en torno a la Tierra.
Sólo una inteligencia suprema, inconmensurable al entendimiento humano, pero que puede ser sentida en cada hombre, “en todo y en todos”, realizaría el prodigio de tales grandezas para la elaboración del vehículo que utiliza el Espíritu en su jornada evolutiva, cuando se encuentra en la Tierra. La armonía de las galaxias en sus graciosos movimientos incesantes, en el Infinito mediante aproximaciones y separaciones unas de las otras, obedece a un plan orbital trazado exprofeso, con una belleza inconcebible, en su visión de conjunto, aún para el más avanzado grado de estética intelectual, en el Orbe terreno. Dios transciende cualquier entendimiento y por eso es Dios. Y como dice LEON DENIS: “SOLO DIOS, POR TANTO, PUEDE ENTENDER Y DEFINIR A DIOS...”
Es muy difícil pensar, entonces, que el prodigio que nos revela la biología, tendría validez para sólo una existencia humana.
ALLAN KARDEC, el iluminado Codificador del Espiritismo, nos dice: “Es en estas circunstancias que el Espiritismo viene a poner un dique a la incredulidad, no sólo por la perspectiva que ella acarrea, sino por los hechos materiales, tornando visibles y tangibles al alma y a la vida futura... Una sola existencia corporal, es una manifestación insuficiente para que el Espíritu adquiera todo el bien que le falta y elimine el mal que le sobra... De esta forma, cada existencia es un paso hacia adelante, en el camino del progreso...”
Y parafraseando a Kardec, repetimos nosotros: “...cada existencia es un paso hacia adelante en el camino del progreso...” Y cuán importante resulta esa nueva existencia que la sabiduría divina conjugó todo un mecanismo sorprendente para que ella se llevase a cabo, dentro de la planificación previa.
Cuando el proceso de la fecundación se complete, se esbozan las preliminares del milagro de la vida, en la Tierra.
Como consecuencia de la ruptura del FOLICULO de DeGraaf, que es la célula sexual femenina, tras la maduración debidamente procesada, eyectado por sobre la superficie ovárica, es luego recogida por el pabellón de la TROMPA de FALOPIO.
De la unión de los gametos, precedida por un avance más o menos de 2.5 cm. cada 8 minutos, por parte del ESPERMATOZOIDE, surge el CIGOTO (huevo) mapa del futuro ser humano, en los próximos 9 meses de gestación.
El Dr. Jorge Andrea dos Santos, en su libro DINAMICA PSI, con amplía esta visión maravillosa, al comentarnos:
“El huevo, en su formación, es el resultado de la conjugación del espermatozoide y del óvulo. Sabemos que un único espermatozoide penetrará el óvulo, a fin de transformarlo en huevo. En una eyaculación existen millones de espermatozoides buscando una única célula. ¿Cuál sería la explicación biológica de esta desproporción? ¿Una única célula femenina circundada por millones de espermatozoides? Comprendemos que los procesos de la vida se preserven cuanto a un fracaso si un espermatozoide falla, en busca del óvulo, otro ocupará un lugar destacado, de inmediato. En este caso, si fuesen 100 o 500 espermatozoides, la naturaleza estaría bien repartida: pero millones de espermatozoides en la fecundación del óvulo, es realmente desproporcional. Deberán existir otros eventos ligados a la fecundación que impongan esa carga incontable de células masculinas.
Sabemos de la asistencia de los campos espirituales en los seres vivos y en el hombre, alcanzando gran complejidad. El Espíritu, representando los verdaderos campos de la vida, influencia y orienta toda la organización material que ayudó a desarrollar y madurar. Lo que equivale a decir que, las energías espirituales se encuentran difundidas por toda la organización del ser. Los 60 TRILLONES de células, promedio, que el hombre adulto posee, obedecerían a influjos energéticos del Espíritu que, de esa forma, inundarían las usinas microscópicas con los efluvios de su constante irradiación. Esto se observaría, también, como las células móviles del cuerpo humano se dislocan en este océano energético, tal como acontece con las células sanguíneas.
Los espermatozoides, al ser eyectados, en el paroxismo sexual, llevarían consigo energías que permitirían sus respectivos dislocamientos en los conductos femeninos. Pero, la cantidad de esas células, en cada eyaculación es inmensa; por eso creemos que los espermatozoides, de a millones envolviendo al huevo y después de su desaparición en torno del mismo, continuaría la corona ovular siendo sustentada y envuelta con las energías especificas de esas células.
El Espíritu al reencarnar, sintonizando con el periespíritu materno y atraído hacia el sector de la fecundación, en este lugar, para insertarse y ajustarse al huevo que progresa, posiblemente utilizaría las energías de envoltura del huevo representadas por el campo energético que las células sexuales pueden ofrecer. Esas energías podrían servir de solidificación de un campo de defensa, un verdadero escudo o coraza vibratoria, a fin de que el espíritu reencarnante, de ese modo protegido, utilizase, para su definitiva fijación en los cromosomas de las células embrionarias, más precisamente en los genes, por donde el código genético tendría su expresión.
Si pudiésemos tener una visión del huevo en esta fase inicial, 48 horas después de la fecundación, casi no veríamos espermatozoides vivos, empero, la medalla ovular se presentaría con una intensa aura protectora impidiendo que vibraciones de otra categoría, perturbasen la armonía del más importante evento biológico.
Maravillados aún con la realidad que la técnica científica acaba de mostrarnos, confirmando las apreciaciones del Dr. Jorge Andrea. Resaltamos el hecho de que más allá de las circunstancias que en el Plano Espiritual proyectan una nueva existencia corporal, con toda la planificación y preparación que ello implica, donde se ponen en juego merecimientos propios o ajenos, intervención de Espíritus Superiores, como nos es dado apreciar en toda la literatura espirita, mediúmnica o no, la meticulosidad y realizaciones llevadas a cabo desde el momento de la gestación hasta el desarrollo total del feto, nos deben llamar la atención hacia el PRODIGIO DE LA VIDA, cuánto ello representa y su objetivo principal: El progreso espiritual de cada ser.
Mas, aún ignorando todo este accionar en torno a la vida, no podemos justificar la práctica del aborto, práctica ésta que se viene generalizando, legalmente o no, pero que pone al descubierto uno de los negocios más tétricos que es posible imaginar, sino que el infanticidio que se lleva a cabo diariamente, sobre todo en los países llamados desarrollados, es tan alarmante que, ha sonado la hora en que los Espiritistas salgamos de la "isla" que suponemos vivir, para encarar una da las mayores problemáticas que se enfrentan en la actualidad.
Es aún el Dr. Jorge Andrea quien nos habla sobre el tema: "Siendo el aborto la pérdida del producto de la conjugación, las energías allí contenidas, deben sufrir procesos que se reflejarán en la organización femenina, con mayor intensidad si hay provocaciones. El Espíritu, designado por varios motivos, a ocupar el crisol reencarnatorio lo hace, en la mayoría de las veces, en estado de sueño, para no interferir en el proceso, puesto que es nuestra condición evolutiva quien así le exige.
El proceso del aborto, de cualquier naturaleza o grado, siempre constituye un sufrimiento para el Espíritu. Sufrimiento soportado y entendido cuando las causas son comprensibles: empero, si las reacciones fuesen provocadas, a fin de destruir el producto de la concepción, cuando el Espíritu despierta y, dentro del sufrimiento, descubre que fue desalojado por motivos desatinados, se vincula a los responsables y desencadena el proceso obsesivo. El campo para la instalación fue abierto y sin defensas por las vibraciones desequilibrantes de aquel que interfirió, indebidamente en el mismo.
Las causas que llevan al aborto son innumerables y para una mejor comprensión y abordaje del asunto, conceptuémoslas como:
CAUSAS INTERNAS, ligadas a la propia madre y CAUSAS EXTEREAS, relacionadas con las influencias extra – orgánicas. En las causas internas, tendremos dos posiciones: las VOLUNTARIAS y las INVOLUNTARIAS.
En las causas voluntarias tenemos un ejemplo bien expresivo. Es la mujer que no desea la gravidez, considera que tendrá un período muy incómodo, sujeta a perder las formas, rechazo del cónyuge, al lado de las naturales modificaciones metabólicas del organismo. Con eso, pensando en todas estas condiciones, inicia una mentalización negativa para el producto de la procreación, al punto de que algunos son dislocados y se manifiesta el aborto. Esto constituye una causa voluntaria.
La voluntad de no tener un hijo, nutrida por pensamientos desordenados que conducen a una constante monoidea, principalmente en las primeras semanas, cuando el cigoto, el huevo o bien, el producto de la conjugación aún no se encuentra bien fijado y también amparándose en los pensamientos maternos, muchas veces desorganizan y acaban desestructurando los campos protectores de las energías que circundan al futuro ser.
Las causas involuntarias están relacionadas por las infecciones y otras enfermedades de muchos tipos. Las causas externas están representadas por los métodos provocados, de cualquier naturaleza, con la finalidad de interrumpir la gravidez; o por la ausencia del Espíritu reencarnante. Algunas veces - caso raro - el huevo progresa con las energías que las células genéticas traen, empero, no existiendo un Espíritu reencarnante para continuar y comandar el proceso, el producto pro creativo queda sin los impulsos y apoyo de la morfogénesis, se desintegra, respondiendo por el aborto.
Exista una causa que no puede ser olvidada y es cuando el Espíritu reencarnante se encuentran bastante desequilibrio y no consigue insertarse en el huevo, en la formación de su propio casullo. El Espíritu por sí solo acaba desintegrando las fases embriológicas; no consiguiendo la adaptación necesaria determina la destrucción de las células ovulares por falta de armonía. Además, los Espíritus, en estas condiciones de desaliño, cuando consiguen llevar adelante el proceso reencarnatorio, casi siempre dejan marcas profundas traducidas por futuras dolencias o deficiencias de muchos matices.
Dígase, de paso, que todo ese proceso se dará sin el conocimiento del Espíritu. Cuanto menos evolucionado es el Espíritu, mayor es el sueño reencarnatorio y más apartado de su conocimiento será el proceso. Al contrario, cuanto más evolucionado, mayor será su condición de participación. En nuestro planeta, considerando la faja evolutiva en que el mismo se encuentra, pocas Entidades presentan las condiciones para una participación más activa y consciente en su propio proceso reencarnatorio.
Las llamadas civilizaciones modernas están, a través de elementos interesados de algunos países, intentando la legalización del aborto. Bajo cualquier condición la realización del aborto representa matar y matar. Aun jurídicamente aceptado, "el aborto continúa siendo no moral". Algunos países ya lo aceptaron, basados en falsas premisas, así como en posiciones indefendibles. Creemos que la legalización del aborto sería la victoria del desequilibrio y de la insensatez de los incapaces e incompetentes. Es preciso comprender que en la mujer grávida. No existe solamente un cuerpo físico en formación, sino un Espíritu también, reencarnante, sometido a procesos específicos, a fin de construir su propio casullo y ejercer sus experiencias en la dimensión material. Eliminar ese proceso es intervenir, negativamente, en uno de los grandes mecanismos de la vida. Las respuestas se harán presentes con reservas y adecuadas reacciones.
Existen aquellos que defienden la práctica del aborto en los casos de gravidez por estupro. Evaluamos la violencia de este acto, pero, aún así, el producto de esa procreación con determinado Espíritu reencarnante, está expresamente demarcado; es decir, el Espíritu reencarnante y la madre, dentro de un cuadro cármico, necesitan vivenciar tales eventos. Las reacciones de la vida son muy precisas y de profundas razones, que nuestro intelecto aún no está capacitado para determinadas evaluaciones.
Sólo una condición podrá ser aceptada; es el caso terapéutico, indicado por un adiestrado equipo de médicos delante de ciertas enfermedades que pongan en riesgo la organización materna. En esos casos, seria interesante que los médicos responsables y obligados a opinar conociesen los mecanismos de la reencarnación, junto a los actuales estudios de la ciencia biológica, a fin de sacar conclusiones y correspondencias ideales en la solución del caso.
La gran responsabilidad, en la práctica del aborto, esta relacionada directamente con el Espíritu reencarnante que delante del proceso, es despertada violentamente de su hibernación psicológica y del camino que la vida le impuso. Casi siempre reacciona ante la inexplicable violencia y como ya se encuentra imantado con la matriz, permanece aferrado, vibratoriamente, al periespíritu materno, arrojando sus reacciones de defensa y perjudicando a la madre culpable. En esos casos, el proceso de obsesión, seria inmediato y violente, bien diferente de aquellas obsesiones más lentas que las reacciones negativas de la vida, van permitiendo.
Este tipo de obsesión vinculada al aborto, como las demás, causa inmensos daños al responsable que permitió su instalación, como respuesta de la Ley. Sin embargo, cuando él aborte es terapéutico, el equipo de médicos, con vibraciones ajustadas y ampliadas por aquellas de los progenitores, encuentran, también, en los equipos espirituales adecuados, las defensas necesarias y la comprensión armónica de los elementos participantes del proceso: la madre imposibilitada y el hijo que no puede nacer.
Frente al aborto con pequeñas y diminutas excepciones (aborto terapéutico), el proceso representa una de las mayores agresiones biológicas; consecuentemente, uno de los mayores crímenes, por cuanto, el Espíritu adecuado al embrión es formación, se encuentra absolutamente indefenso. Es ley de la vida que una agresión de ese orden debe responder con reacciones de alta potencia negativa.
El conocimiento de las razones científicas que envuelven los procesos de la vida es muy importante, empero, más importante es aún, participar el conocimiento espiritual que a la cuestión que se esté tratando, envuelve. Un Espíritu reencarnante que ocupó un huevo y participo de su desarrollo inconscientemente, sólo debera ser apartado de ese escenario en casos excepcionales, que ya citamos. La gravidez es un mecanismo que, bajo cualquier condición, mismo en los casos de estupro, debe ser llevada e término. El niño debe nacer. El decir del incomparable Espíritu Juana da Angelis, por la pluma psicográfica de Divaldo Franco, en el libro 'Después de la Tempestad' es bastante expresiva:
"Comúnmente, el Espíritu que llega al debido regazo materno, a través de circunstancia tan ingrata, se transforma en floración de bendiciones sobre la cruz de agonías en que el corazón femenino se despedazó...
"La renuncia a sí mismo por la salvación de otra vida concede imponderables recursos de redención para quien se tornó víctima de la insidiosa trama del destino...
Y también la mediúmnidad nos dice, esta vez a través de C. Xavier, con la autoría de José Guedes:
EL HIJO QUE NO NACIO
Fui traído a tu regazo, y te susurro bajito:
- Madre, yo seré en la carne el sueño de tu sueño!
Después, en plegaria ardiente, en ti mis ojos poso,
Pájaro fatigado ante la tibieza del nido.
Te abrazo. Eres para mí la esperanza y el camino...
De pronto - ¡oh! ironía:- en un caos pavoroso,
Me expulsas con veneno y yo, bruto, me emponzoño,
Serpiente oculta para herirte con escarnio.
Ya me disponía a dar el golpe extremo, cuando
Alguien surge que me obliga a dejarte danzando
En un hermoso salón donde el placer fulgure.
Pasa el tiempo. Hoy vuelvo... Es el amor que en mi arde.
Pero te encuentro, oh: madre, gimiendo, triste y tarde,
Sombra que fue mujer, enjaulada en la locura.
(Este artículo fue originalmente publicado en el website www.espiritismocolombiano.com)
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Convéncete de que no existen males eternos. Todo dolor llega y pasa. El día es siempre nuevo para quien trabaja. No conserves resentimientos. La desilusión de ahora será bendición después. La dificultad es una escuela. Servir es un privilegio. Auxilia para el bien. Nada reclames. Gritos no valen. Quejas no apagan deudas. Tristeza inerte es sinónimo de tiempo perdido. La paciencia activa realiza prodigios. Habla encendiendo la luz de la esperanza. Olvida las ofensas, cualesquiera que sean. Agresores son dolientes y seres medicados por los recursos de Dios. No menosprecie la crítica. Valoriza a los amigos. Respeta a los adversarios. Resguarda la conciencia tranquila. Ejerce la beneficencia como un deber. Hoy auxiliamos, mañana seremos los necesitados de auxilio. No cobres tributos de gratitud. Agradezcamos las bendiciones que Dios nos concede gratuitamente. Prestigia la existencia que la Sabiduría Divina te concedió. Es muy importante recordar que, en la muerte, todos encontramos, antes que otra cosa, aquello que hicimos de la propia vida. Olvida contrariedades, trabajando y sirviendo siempre. Y, en frente de cualquier obstáculo o de cualquier desengaño, no te olvides que el tiempo de hoy continuará en el mañana. Extraído del libro “Atención”
Francisco Cândido Xavier
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"Silenciar y no acusar es de sabios. Y los sabios son prudentes; he ahí su sabiduría. La prudencia es el resultado de la armonía entre el pensar, sentir y actuar. Los necios e ignorantes no tienen límites; siempre se equivocan, siempre caen y siempre están en dificultades. El hombre prudente actúa con mansedumbre, tiene conciencia de su actuar, comprende el progreso alcanzado por cada ser. No se desespera, confía. Es sincero pero nunca hiere y sobrelleva las situaciones sin angustias. Sé fiel a la prudencia. No te desgastes. Espera con humildad. Serenidad siempre. Actúa con sabiduría y vivirás mejor". Hermana María, Fidelidad. ( Aportación de Angela Rodriguez )
Estudiosos del espiritismo, devotos y honestos, reconociendo los escollos del campo mediúmnico, crearon la hipótesis del fantasma anímico del propio medianero, el cual actúa en el lugar de las entidades desencarnadas.
La tesis animista es respetable. Partió de investigadores conscientes y sinceros, y nació para cohibir los probables abusos de la imaginación; entre tanto, es usada cruelmente por muchos encarnados, que hacen de ella un órgano inquisitorial, cuando deberían aprovecharla como elemento educativo, en la acción fraternal. Millares de compañeros huyen al trabajo, amedrentados, retroceden ante los obstáculos de la iniciación mediumnica, porque el animismo se convirtió en cancerbero.
Afirmaciones serias y edificantes, tornadas en opresivos sistema, impiden el paso de los candidatos al servicio por la gradación natural de aprendizaje y de la aplicación. Se reclama de ellos precisión absoluta, olvidándose lecciones elementales de la naturaleza. Recogidos en el castillo teórico, innumerables amigos, no aceptan, por lo común a los servidores, que han de crecer y perfeccionarse con el tiempo y el esfuerzo. Exigen simples aparatos de comunicación, como si la luz espiritual se transmitiese igual que la luz eléctrica por una lámpara vulgar. Ningún árbol nace produciendo, y cualquier facultad noble requiere perfeccionamiento.
La mediumnidad tiene, pues, su evolución, su campo, su ruta. No es posible premiar al estudiante en el curso superior, sin que él haya tenido suficiente aplicación en los cursos preparatorios, a través de algunos años de lucha, de esfuerzo, de disciplina. La tesis animista, pretende reunir toda la responsabilidad del trabajo espiritual en una cabeza únicamente, esta es, la del instrumento mediúmnico.
Es necesario, animar a los cooperadores incipientes, proporcionándoles recursos más amplios de conocimientos en la senda recorrida por ellos mismos, con el fin de que la espiritualidad santificante penetre los fenómenos y estudios relativos al espíritu. Nadie recibirá las bendiciones, de la cosecha, sin el sudor de la sementera. Lamentablemente los aspirantes a la mediumnidad desconocen las imposiciones del trabajo y de la cooperación: exigiendo, facultades completas.
Para ser un instrumento relativamente exacto, le es imprescindible haber aprendido a ceder, y no todos los artífices del taller mediúmnico realizan, en breve trecho, tal adquisición, que reclama devoción a la felicidad del prójimo, elevada comprensión del bien colectivo, avanzado espíritu de concurso fraternal y de serena superioridad en los atritos con la opinión ajena. Para conseguir edificación de esa naturaleza, se hace menester el refugio frecuente en la “morada de los principios superiores”
La mediumnidad más estable y más bella comienza, entre los hombres, en el imperio de la intuición pura. En la mediumnidad común, el colaborador servirá con la materia mental que el es propia, sufriendo las imposiciones naturales delante la investigación terrestre; después de adaptarse a los imperativos más nobles de la renuncia personal, edificará, no de improviso, sino a costa de incesante trabajo, el templo interior de servicio en el cual reconocerá la superioridad del programa divino por encima de sus caprichos humanos. Alcanzada esta realización, estará preparado para sintonizarse con el mayor número de desencarnados y encarnados, ofreciéndoles, como el puente benefactor, oportunidad de reencontrarse unos con los otros, en la posición evolutiva en que permanezcan, a través de entendimientos constructivos. No nos referimos aquí a las facultades accidentales, que aparecen y desaparecen entre candidatos al servicio; sin espíritu de orden y disciplina, verdaderos balones de ensayo para los vuelos del porvenir; nos referimos a la mediumnidad aceptada por el cooperador y movible en cualquier situación para el bien general. Comentando actividades o tareas, deberemos destacar los patrones que le correspondan, y esto es lo característico de la instrumentalidad espiritual en las esferas superiores. Lógicamente, es imposible alcanzarlo de una vez; toda obra impone comienzo.
Es muy importante en la mediumnidad, la elevación de las cualidades receptivas para alcanzar la necesaria sintonía con los manantiales de la vida superior.
El hombre encarnado, casi siempre entusiasmado por el sueño de la ilusión, podrá comenzar por el fenómeno, pero, a la manera que despierte las energías más profundas de la conciencia, sentirá la necesidad del reajuste y regresará a la causa para perfeccionar los efectos. Obra de construcción, de tiempo, de paciencia…
En materia de mediumnidad, hay tipos idénticos de facultades, pero enorme desigualdad en los grados de capacidad receptiva, los cuales varían infinitamente, como las personas.
Identificados en la construcción del bien, y trabajando en la asistencia a los enfermos, el servicio pertenece a la buena voluntad unida a la fe viva. Y la sementera reclama trabajadores abnegados, que ignoren cansancio, tristeza y desanimo.
Cada pequeña demostración de esfuerzo propio, en las realizaciones de la caridad, recibirá del señor la Bendición Divina. Aprendamos, pues, a socorrer a nuestros amigos enfermos.
Los lóbulos frontales, son una exteriorización fisiológica de centros importantes, reposan millones de células, a la espera, para funcionar, del esfuerzo humano en el sector de la espiritualización. Ningún hombre entre los más arrojados pensadores de la Humanidad, desde el pretérito hasta nuestros días, logró utilizarla en la décima parte. Son fuerzas de un campo virgen, que el alma conquistará, no solo en continuidad evolutiva, sino también a golpes de auto educación, de perfeccionamiento moral y de elevación sublime; tal servicio, es solo de la fe vigorosa y renovadora encendida, como indispensable lámpara a la vanguardia del progreso espiritual.
Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “En un Mundo Mayor”, de Chico Xavier
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SOBRE EL AMOR Qué fácil se ama en las afirmaciones y en los propósitos, cuando el sufrimiento y el dolor están lejanos de nuestras casas, de nuestros cuerpos y de nuestras almas...! Para muchos el amor es un estado emotivo o un sentimiento más o menos profundo. Para otros, un sinfín de palabras elocuentes que ilustran las cartas y los discursos. ¡Amar es algo más! . ...Es transformar calladamente sin mirar a los costados ni esperar las sonrisas y las recompensas. Es "ser" en primera persona Cristo que consuela, Cristo que traduce, Cristo que elabora cual hormiga el devenir del hormiguero. Cristo se hace día a día, tan feliz y tan grande como nuestras acciones y hechos lo edifican y lo transforman. Cristo no es el ser lejano celeste o relativo, sentado en su trono; somos nosotros que lo limitamos y lo definimos. ¡Yo soy la vid y vosotros los sarmientos.. .! ¡Qué maravilloso secreto y qué bello tenerlo tan próximo y elocuente, tan activo y personal! Amar es realmente algo más que una simple afirmación; más que un poema o que una sonrisa.¡¡AMAR ES SER, ES ENTREGARSE UNO MISMO!!
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IV.- Libertad de conciencia 835. La libertad de conciencia, ¿es una consecuencia de la libertad de pensar? - La conciencia es un pensamiento íntimo que pertenece al hombre, como todos los demás pensamientos. 836. ¿Tiene el hombre derechos de poner obstáculos a la libertad de conciencia? - No más que a la libertad de pensar, pues sólo a Dios compete el derecho de juzgar a la conciencia. Si el hombre regula mediante sus leyes las relaciones humanas, Dios, sirviéndose de sus leyes naturales, regula las relaciones del hombre con Él. 837. ¿Cuál es el resultado de las trabas que se ponen a la libertad de conciencia? - Constreñir a los hombres a obrar de otro modo que como piensan, convirtiéndolos en hipócritas. La libertad de conciencia es una de las características de la verdadera civilización y del progreso. 838. ¿Son respetables todas las creencias, aun cuando sean notoriamente falsas? - Toda creencia es respetable cuando es sincera y conduce a la práctica del bien. Las creencias reprobables son aquellas que arrastran al mal. 839. ¿Es reprensible que avergoncemos por su creencia a aquel que no piense como nosotros? - Es no tener caridad y atentar contra la libertad de pensamiento.
840. ¿Significa atentar contra la libertad de conciencia el poner impedimentos a creencias que por su índole perturban la sociedad? - Se puede reprimir los actos, pero la creencia íntima es inaccesible. Reprimir los actos exteriores de una creencia, cuando tales actos acarrean cualquier perjuicio a los demás, no es atentar contra la libertad de conciencia, por cuanto dicha represión deja a la creencia su entera libertad. 841. Por respeto a la libertad de conciencia, ¿debemos permitir que se difundan doctrinas perniciosas, o es posible, sin atentar contra esa libertad, tratar de reconducir a la senda de la verdad a aquellos que se han extraviado a causa de falsos principios? - Por cierto que podemos obrar así, e incluso debemos hacerlo. Pero enseñad, a la manera de Jesús, mediante la dulzura y la persuasión, y no por la fuerza, lo cual sería peor que la creencia de aquel a quien queréis convencer. Si algo existe que sea permitido imponer, es el bien y la fraternidad. Pero no creemos que el medio de lograr que se les admita sea obrar con violencia. La convicción no se impone. 842. Puesto que todas las doctrinas abrigan la pretensión de ser la única expresión de la verdad, ¿por qué signos podremos reconocer a aquella que tenga el derecho de presentarse como tal? - Será la que haga más hombres de bien y menos hipócritas, vale decir, más hombres que practiquen la ley de amor y caridad en su mayor pureza y en su más amplia aplicación. Por ese indicio reconoceréis que una doctrina es buena, pues toda doctrina que tenga por resultado sembrar la discordia y establecer demarcaciones entre los hijos de Dios no puede ser sino falsa y perniciosa.
-El Libro de los Espíritus- Allan Kardec- ******************* DENTRO DE LA VIDA "Auxiliando a los otros para que puedan vivir con alegría, descubriremos para nosotros la alegría de vivir." - Emmanuel a través de Chico Xavier -
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En general, las causas de karma negativo , son tantas y tan variadas como personas y circunstancias que tienen que afrontar de la vida física.
Muchas y diversas son las cosas que los humanos hacemos erróneamente por tener unas consecuencias negativas sobre nosotros mismos o sobre los demás. Por ejemplo, el abuso y mal uso del cuerpo físico en la forma que sea, siempre tiene consecuencias kármicas negativas, como podría ser el tener que afrontar después, en una vida posterior, una existencia mas o menos larga en un cuerpo defectuoso o enfermo.
Los propios defectos espirituales con los que ya nacemos y que no corregimos, sino que incluso los incentivamos, también generan consecuencias kármicas, como suele suceder en el caso de ciertos Seres orgullosos que después se ven abocados a renacer en condiciones humildes de servidumbre o de menor nivel social, con el fin de poder corregir y rebajar su orgullo ; o los perezosos y ociosos que en otra existencia tendrán que afrontar , tal vez, una vida penosa soportando duros trabajos; o el que hace padecer a alguien y después tiene que padecer del mismo modo que hizo sufrir él mismo anteriormente ; o el que comete abusos y excesos sexuales y después se ve abocado en otra vida a verse impotente o estéril .
Cuando se ha abusado de una característica física, en perjuicio de los demás o de uno mismo, después se podrá afrontar otra existencia humana con un defecto físico que suele ser lo contrario del anterior, del que se abusó. Escomo si la propia naturaleza del ser espiritual quisiera nivelar o compensar las experiencias mas extremas.
La inteligencia mal usada y el crimen causan un karma negativo que se puede expiar reencarnando en cuerpos defectuosos o tarados física o mentalmente, aunque ello no significa de ningún modo que todos los casos existentes de estas personas así nacidas tengan esos motivos u orígenes . Se puede dar el caso frecuente de que vengan a este mundo bajo esa deficiencia física o psíquica, no por determinismo kármico, sino voluntariamente como pruebas para su mejora o con el fin de ayudar a evolucionar a quienes van a ser sus padres, familia o cuidadores, porque se van a ver precisados a desarrollar con él su Amor, Caridad, ternura y paciencia. Los que cometen este voluntario sacrificio de una vida en estas condiciones por Amor a los demás dan un gran paso en su evolución personal.
Los vicios que dañan la salud del cuerpo, tal como el tabaco, los tóxicos o el alcohol actúan como una especie de lento suicidio ,y dejarse arrastrar por ellos, supone dejar una huella de responsabilidad sobre el periespíritu de la persona al que imprimen como una matriz de energía negativa de la que más adelante habrá que liberarse a través de estados depurativos de dolor.
Los actos y sentimientos crueles, tanto con personas como con otros seres vivos de la Creación.
En definitiva, podríamos sintetizar que todo lo que contradice la ley del Amor, que siempre es la Divina Voluntad del Padre Dios, es motivo de efecto corrector, lo cual nos conduce a comprender más claro cual es el camino que todos debemos seguir en cada paso y circunstancia de la vida, y que los errores e incumplimientos, a veces pueden suponer hasta muchas vidas y muchos siglos de sufrimientos.
- Jose Luis Martín-
“Debemos aprender a convivir con el dolor o las dificultades, sin dejarnos llevar por el lamento o la depresión” Revista “Amor, Paz y Caridad”
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El Libro de los Espíritus no es tan sólo la piedra fundamental o el hito inicial de la nueva codificación, porque constituye su propio esbozo, su núcleo central y al mismo tiempo el andamiaje o estructura general de la Doctrina. Si se le examina en relación con las restantes obras de Kardec que completan la codificación, se comprueba que todos esos libros tienen su punto de partida en el contenido de aquél. Podemos definir las diversas zonas del texto que corresponden a cada una de aquellas obras.
Así como en la Biblia existe el núcleo central del Pentateuco, y en el Evangelio el de la enseñanza moral de Cristo, en El Libro de los Espíritus podemos localizar una parte que se refiere a él mismo, a su propio contenido: es el conjunto de los Libros Primero y Segundo, hasta el Capítulo Cinco. Este núcleo representa, dentro del esquema general de la codificación que hallamos en la obra, la parte que le corresponde a él mismo. En cuanto a los demás, comprobamos lo siguiente:
PRIMERO: El Libro de los Médiums, secuencia natural de El Libro de los Espíritus, que trata con especialidad el aspecto experimental de la Doctrina, tiene su fuente en el Libro Segundo, a partir del Capítulo Seis y hasta el final. Toda la materia que esta parte contiene es reorganizada y ampliada en El Libro de los Médiums, en especial lo referente al Capítulo Nueve: “Intervención de los Espíritus en el mundo corpóreo”.
SEGUNDO: El Evangelio según el Espiritismo es una derivación natural del Libro Tercero, donde se estudian las leyes morales, tratando sobre todo la aplicación de los principios de la moral evangélica, así como los problemas religiosos de la adoración, la plegaria y la práctica de la caridad. Incluso encontrará el lector en esa parte las primeras formas de “Instrucciones de los Espíritus”, comunes en El Evangelio…, con la transcripción completa de comunicaciones firmadas que versan sobre asuntos evangélicos.
TERCERO: El Cielo y el Infierno deriva a su vez del Libro Cuarto, “Esperanzas y Consuelos”, en que se examinan los problemas relativos a las penas y goces terrenales y futuros, inclusive con la discusión del dogma de la eternidad de las penas y el análisis de otros dogmas, entre ellos el de la resurrección de la carne y los del Paraíso, Infierno y Purgatorio.
CUARTO: El Génesis, los Milagros y las Profecías se relacionan con los Capítulos Dos, Tres y Cuatro del Libro Primero, y Capítulos Nueve, Diez y Once del Libro Segundo, así como con ciertos fragmentos de capítulos del Libro Tercero, que tratan problemas genésicos y de la evolución física de la Tierra. Por su amplio sentido, que abarca al propio tiempo las cuestiones de la formación y desarrollo del globo terrestre, y las referidas a pasajes evangélicos y de la Sagrada Escritura, El Génesis…, se ramifica de una manera más difusa que los restantes libros de la codificación, dentro de la estructura de la obra Máter.
QUINTO: Los pequeños libros de introducción al estudio de la Doctrina, como El principiante espírita (2) y ¿Qué es el Espiritismo?, que no se incluyen propiamente en la codificación, están asimismo relacionados de una manera directa con El Libro de los Espíritus, derivando de su “Introducción” y “Prolegómenos”.
2.- Título se da a una edición brasileña del Capítulo II del libro ¿Qué es el Espiritismo?, publicado separadamente. [Nota de la Editora.]
Así pues, la codificación se nos presenta como un todo homogéneo y consecuente. A la luz de ese estudio se desmoronan las tentativas de separar uno u otro libro del bloque de la codificación, como posible expresión de una forma diferente de pensamiento. Y nótese que los vínculos señalados aquí de un modo tan sólo formal pueden y deben ser aclarados en profundidad por un estudio minucioso del contenido de las diversas partes de El Libro de los Espíritus, en confrontación con las restantes obras. Tal estudio exigiría también un análisis de los textos primitivos, como la primera edición de El Libro de los Espíritus y la primera del de los Médiums y del Evangelio…, pues, conforme se sabe, todos esos libros fueron ampliados por Kardec luego de publicada la primera edición de cada uno, siempre con la asistencia y orientación de los Espíritus.
En un estudio más amplio y profundo sería posible mostrar el desarrollo de ciertos temas que, sólo planteados en El Libro de los Espíritus, encuentran solución en obras ulteriores. Es lo que se comprueba, por ejemplo, con los lazos entres Cristianismo y Espiritismo, que se definen por completo en El Evangelio…, o con el controvertido problema del origen del hombre, que tiene su explicación definitiva en El Génesis…, e incluso con las cuestiones de la mediumnidad, solucionadas en El Libro de los Médiums, y las teológicas y bíblicas, en El Cielo y el Infierno.
Conviene aclarar, empero, que la ampliación de todos esos temas no significa, en ningún caso, que se modifiquen los principios asentados en el presente libro. A veces, ciertos asuntos que sólo afloran en El Libro de los Espíritus son desarrollados de tal manera en otras obras que, al leer éstas, tenemos la impresión de encontrar novedades. Pero lo cierto es que en aquél sólo han sido señalados en una forma sintética. Es lo que sucede, por ejemplo, con el problema de la evolución general, definida por León Denis en aquella frase célebre: “El alma duerme en el mineral, sueña en el vegetal, en el animal se agita y en el hombre despierta”.
Véase, al respecto, la definición del parágrafo 540 del presente libro, que expresa: “C´est ainsi que tout sert, tout s´enchaîne dans la nature, depuis l´atome primitif jusqu´á l´archange, qui lui même a comencé par l´atome. ¡Admirable loi d´harmonie dont votre esprit borné ne peut encore saisir l´ensemble!” [“Así pues, todo sirve, todo se eslabona en la Naturaleza, desde el átomo primitivo hasta el arcángel, pues él mismo comenzó en un átomo. ¡Admirable ley de la armonía, cuyo conjunto no puede abarcar aún vuestro Espíritu limitado!”]
( Trabajo aportado por Claribel Díaz)
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" Nunca quise cambiar la religión de nadie, porque positivamente, no creo que la religión "a" sea mejor que la religión "b".... En los orígenes de toda religión cristiana, está el pensamiento de nuestro Señor Jesucristo".
- Chico Xavier -
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